INGREDIENTES
250 ml. de leche
200 ml. de nata
3 claras de huevo
150 gr. de azúcar
1 ramita de canela
Piel de medio limón
Canela en polvo
ELABORACIÓN
En primer lugar ponemos a hervir la leche con la ramita de canela partida en dos y la piel del limón (solo la parte amarilla). Cuando rompa a hervir, aflojaremos el fuego y dejaremos un par de minutos. A continuación, colaremos la leche y dejaremos enfriar.
Mientras tanto, montaremos las claras a punto de nieve y añadiremos el azúcar (yo use solo 100 gr.) y mezclaremos bien.
Por otro lado, montaremos la nata con ayuda de unas varillas eléctricas.
Por último, mezclaremos las claras con la nata, e incorporaremos la leche aromatizada. Dejaremos enfriar la mezcla en la nevera durante un rato.
Para la congelación de nuestro helado casero, es de gran ayuda tener una heladera. Yo compré hace cosa de un mes una en Lidl y me es muy útil. Tenemos que congelar la cubeta durante 24 h. y después una vez la máquina está en marchan, vertemos la mezcla del helado y dejamos congelar durante unos 40 minutos aproximadamente.
Si no tenemos heladera, verteremos la mezcla en un recipiente apto para congelador y congelaremos. Pasada una hora, sacaremos del congelador y removeremos para evitar que se formen cristales, y volveremos a congelar. Repetiremos este proceso unas 5 veces.
PRESENTACIÓN
Serviremos las bolas de helado espolvoreadas con canela molida.
Este helado queda genial acompañado de café y baileys, es lo que yo llamo un Blanco y Negro.
CONSEJOS Y CURIOSIDADES
La heladera tiene capacidad para un litro de helado, así que la mezcla se puede casi duplicar para aprovechar la congelación de la cubeta.
Si usamos claras pasteurizadas evitaremos los problemas derivados del huevo en tiempos calurosos, y ademas evitaremos desperdiciar las yemas.
DIFICULTAD
Quizas uno de mis helados favoritos.
ResponderEliminarDelicioso.
Besos. Lola
Muy rico! y tan refrescante...
ResponderEliminarBesinos
no lo sabes, pero este fue mi postre favorito y mi disco favorita justo antes de conocerte.
ResponderEliminarlo de las casualidades es tema aparte.