jueves, 10 de noviembre de 2011

Cuscús a las 7 verduras


Por fin ayer comencé mi curso de cocina internacional (por segundo año consecutivo), y he de decir que estoy muy contenta con el resultado de la primera receta. He preparado otras muchas veces el cuscús, de diferentes formas, pero nunca lo había cocido al vapor, y la verdad es que mejora sustancialmente. Por un rato, Marruecos se trasladó a mi hogar jeje (y todavía sigue presente en mis deditos, amarillos por la cúrcuma).
La receta, quizás sea un poco densa de hacer, pero he intentado reflejar bien cada paso, para que la persona que nunca haya preparado un plato de estas características, pueda hacerlo.
INGREDIENTES:
½ Kg. De sémola de trigo duro (cuscús)
½ cucharada de smen (lo podemos sustituir por mantequilla o aceite)
1 manojo de perejil hermoso
¼ de col
¼ de calabaza (dulce)
1 ó 2 nabos
3 ó 4 zanahorias
1 calabacín
1 berenjena
1 ó 2 cucharadas de colorante alimenticio (o unas hebras de azafrán)
½ de cucharadita de cúrcuma molida
½ de cucharadita de jengibre molido
¼ de cucharadita de pimienta negra molida
¼ de cucharadita de pimienta blanca molida
Aceite de oliva
Para la cebolla dorada:
3 ó 4 cebollas
Perejil picado
2 ó 3 cucharadas de canela molida
5 ó 6 cucharadas de azúcar
1 ó 2 cucharadas de colorante
1 bote de garbanzos tiernos
150 gr. de pasas (sin pepitas)
100 gr. de almendras enteras crudas
Aceite de oliva
3 ó 4 gotitas de agua de azahar
ELABORACIÓN:
En primer lugar tenemos que preparar las verduras para nuestro guiso. Le dejaremos la piel (salvo a la zanahoria y el nabo) para que no se nos desmoronen con la cocción, y enjuagaremos. A la berenjena y al calabacín, les cortaremos el culito y el rabito, y cortaremos en dos mitades a lo largo. El resto de verduras se introducen en la cacerola en una pieza.
Cuando tengamos todas las verduras en la cacerola, añadimos el manojo de perejil sin picar. Para que sea más fácil de sacarlo después, haremos un pequeño manojito y lo ataremos con una de las ramitas. Nuestro bouquet lo introducimos en la cacerola también.
Por último tenemos que macerar todas las verduras con las especias. Las añadimos, así como un buen chorreón de aceite, y mezclamos bien para que todos los trozos se impregnen del sabor. Una vez listo, cubrimos de agua hasta la mitad (el agua no puede alcanzar el recipiente de cocción al vapor que pondremos más adelante), taparemos y ponemos a hervir. Tendremos en cuenta, que no todas las verduras tienen la misma cochura, asi que pondremos las más duras (como la calabaza y la col) en el fondo de la cacerola, y si fuera necesario, sacaremos las piezas que ya estén listas, para evitar que se hagan puré.
Mientras las verduras se van poniendo tiernas, prepararemos la cebolla dorada.
En primer lugar tenemos que re-hidratar las pasas. Para ello, pondremos en un bol, un vaso de agua caliente, el puñado de pasas, la canela molida y el azúcar. Dejaremos a remojo para que se pongan tiernas y tomen el sabor de la canela.
Por otro lado, pelaremos la cebolla, y la cortaremos por la mitad (de cabeza a rabo), y trocearemos en media juliana, es decir, a lo largo. Así nos quedarán unos gajos (no demasiado pequeños) que están un poco unidos por los extremos.
En un cazo, pondremos un chorreón de aceite, y pocharemos la cebolla a fuego lento con el colorante (uno de los culpables de su apodo “dorada”).
Cuando la cebolla esté bien pochadita, añadiremos las pasas (con todo el jugo de remojarlas) y los garbanzos (lavados). Espolvoreamos con el perejil picado, y añadimos las 3 ó 4 gotitas de agua de azahar. Dejamos a fuego lento mientras terminamos el guiso.
Para rematar la receta, tendremos que cocer la sémola de trigo. Previamente a la hidratación al vapor, le daremos una primera hidratación con agua. Pondremos la sémola en una bandeja, incorporaremos un vasito de agua, y mezclaremos bien, intentando que quede suelto. Después, podremos la sémola en el recipiente de cocción al vapor, y lo colocaremos sobre nuestro guiso.
Al cabo de unos 10 ó 15 minutos, retiraremos la sémola, la esparciremos en la bandeja para que se airee, y la engrasaremos con el smen, o en su defecto con un poco de aceite. Separaremos los granitos con ayuda de un tenedor, aun que sin duda lo que mejor viene es usar las manitas. Cuando esté bien sueltecito, volvemos a repetir el proceso dos veces más.
Para finalizar, freiremos las almendras en una sartén con aceite. Sacaremos a un papel secante, y cuando se enfríen un poco, las picaremos.
Cuando todas las verduras estén tiernas, retiraremos del fuego, y será el momento de servir.
PRESENTACIÓN:
Es habitual que el cuscús se presente en un tajín, pero no es algo común en todos los hogares, así que en su defecto, lo presentaremos en una fuente grande.
Serviremos en primer lugar la sémola de trigo, formando una especie de volcán. En el interior de dicho volcán, pondremos la col y parte de las verduras picaditas. El resto de las verduras las cortaremos en bastones anchos, y las dispondremos sobre el cuscús.
Sobre las verduras picaditas, pondremos la cebolla dorada, y remataremos con las almendras picadas.
Finalmente, regaremos el volcán con un poco de caldo, y espolvorearemos con canela (incluso con un poco de azúcar glas).
Presentaremos la fuente y acompañaremos de una salsera con la salsa sobrante, para que cada uno le añada al gusto en su plato.
CONSEJOS Y CURIOSIDADES:
Si no disponemos de una cuscusera o una cacerola de cocción al vapor, podremos preparar la sémola hidratándola con agua, tal y como indique el fabricante en el paquete.
El smen es una mantequilla de sabor similar al roquefort, típica de la gastronomía árabe.
También podemos preparar el cuscús con pollo, de manera muy similar. O con pollo y verduras, el denominado Cuscús Imperial.
DIFICULTAD



Y MIENTRAS PREPARABA ESTA RECETA, SONABA
el guirigay de 20 personas cocinando jeje, pero mientras escribía el post
Manos de Topo
Escapar con el anticiclón (2011)







lunes, 7 de noviembre de 2011

Concurso Pan y Peter y +

Pese a no tener mucho tiempo libre para cocinar, intento escaparme todo lo que puedo para encerrarme en la cocina. Por suerte, esta semana comienzo un curso más, con el taller de cocina internacional, y así me veré obligada a ponerme el delantal al menos una vez por semana :)
Hoy, he descubierto el blog Pan y Peter, y me he enamorado de todas sus ilustraciones. Celebran un concurso, en el que como premio, conceden realizar la ilustración de la receta con la que se participa. Yo, voy a escoger la clásica receta familiar de las Patatas rellenas (que ya publiqué este verano). Algo sencillo y resultón (y que quedaría precioso a manos de Pan y Peter). Sería todo un honor tener esta receta, que tantos recuerdos familiares me evoca, ilustrada en mi cocina.
Y por si alguno de vosotros, aun no los conocéis, aquí os dejo el enlace:


Por otro lado, por fin tengo las fotos de los premios del sorteo de Lady Halcón. En mi entrada anterior no los pude mostrar porque mi querida hermana había guardado tan bien la cámara de fotos que no pude encontrarla jeje. No veo el momento de probar esos libros, eso si, el precioso broche ya está en mi delantal puesto.


Y ya por último, mostrar las galletitas que preparé con motivo del nacimiento de un bebé. En la familia, tenemos costumbre de volvernos locos con la artesanía, y el que más y el que menos, domina alguna técnica. Por eso, preparamos una cesta de bienvenida completita, y en ella no podían faltar unas deliciosas galletas de mantequilla. Me consta que a los papás primerizos, les encantó el detalle.






martes, 1 de noviembre de 2011

Crema catalana

Por fin llegó el paquete con el premio del concurso que organizaba Vanesa (de el Recetario de lady Halcón). Estoy deseando tener tiempo para poder preparar unos deliciosos cupcakes sacados de los libritos que me ha mandado! Y así enseñaros todo! 
Mientras tanto, os dejo este rico postre...

INGREDIENTES
8 huevos (solo las yemas)
200 g. de azúcar
40 g. de maizena
1 l. de leche
1 limón (solo la piel)
1 ramita de canela

ELABORACIÓN
En primer lugar tendremos que aromatizar la leche. Para ello, ponemos el litro de leche en un cazo, con la ramita de canela partida en dos, y con la piel del limón (solo la parte amarilla). Lo calentaremos hasta que rompa a hervir. Aflojaremos el fuego y dejaremos unos minutos más.
Por otro lado, pondremos las yemas en un bol y las mezclaremos con el azúcar con ayuda de unas varillas hasta que se haga una crema uniforme. Es entonces cuando añadimos la maizena tamizada, para evitar grumos. 
Cuando la maizena esté integrada, le incorporamos un poco de la leche aromatizada, y removemos bien para que se mezclen los ingredientes. Una vez mezclado, vertemos en el cazo con la leche restante (quitando previamente la ramita de canela y la corteza de limón), y ponemos a fuego medio.
Removeremos, haciendo forma de ochos, hasta que la crema espese. Repartiremos la crema catalana en cuencos individuales (de barro o cristal) y reservaremos para que enfríe. 

PRESENTACIÓN
En el momento de servir, espolvorearemos la superficie de la crema con abundante azúcar, y caramelizaremos con ayuda de un soplete. Si queremos que la capa de caramelo sea más gruesa, repetiremos el proceso una vez más.

CONSEJOS Y CURIOSIDADES
La capa de caramelo se hace en el momento de servir, pues se reblandece con el paso de las horas, y pierde su toque crujiente.
Con las claras sobrantes, podremos preparar un delicioso helado de leche merengada, o un poco de merengue.


DIFICULTAD



Y MIENTRAS PREPARABA ESTA RECETA, SONABA

Nacho Vegas
Canciones de Palacio (2003)